Gestión de la viscosidad del champú
La industria del champú
En la industria cosmética, y en la capilar en particular, la viscosidad se controla de cerca para garantizar la consistencia, densidad, maleabilidad y fluidez de los productos.
La industria se enfrenta al reto de combinar un producto de alta calidad con recursos y tiempo optimizados. Por eso se implantan instrumentos de medición en el proceso: para optimizarlo y controlar la calidad final del producto.
Medir la viscosidad del champú es una parte importante del control de calidad. Para satisfacer las expectativas de los clientes, el líquido tiene que aplicarse fácilmente sobre el cabello y el cráneo sin dejar de dar una sensación de “riqueza”.
Es muy importante, tanto para el cliente como para el fabricante, que el champú tenga un buen equilibrio entre una sensación de riqueza y una buena aplicación sobre la piel.
Las propiedades de espesor y fluidez están directamente relacionadas con la viscosidad e influyen en la eficacia limpiadora, la percepción de los usuarios, las propiedades espumantes, el llenado de la producción, el envasado, el almacenamiento y la estabilidad a largo plazo. Garantizar una buena viscosidad en un lote de champú disminuye los riesgos a lo largo de todo el proceso.
Identificar las operaciones críticas de viscosidad y las causas de los cambios de viscosidad mejora la gestión de la producción de ingredientes y reduce el tiempo total del proceso.
Soluciones de viscosímetros Sofraser
El MIVI puede utilizarse para medir la viscosidad de todo tipo de muestras líquidas y viscosas y es el instrumento más adecuado gracias a su amplia gama de interfaces electrónicas.
Gracias a los datos del viscosímetro en línea a lo largo de toda la línea de proceso, los clientes adquieren la capacidad de optimizar y automatizar el proceso de mezcla; la visualización de los datos en tiempo real le ayuda a asegurarse de que controla el lote lo más estrechamente posible.
Un viscosímetro de proceso ayuda, ahorra mediciones de laboratorio y reduce el tiempo de dosificación, lo que se traduce en una mayor producción. También le ayuda a determinar eventos inesperados durante todo el proceso de dosificación, lo que le permite tener una trazabilidad completa de la producción.
Diseñado para determinar la viscosidad a alta velocidad de cizallamiento, el MIVI se presenta en varias formas, desde una versión básica, pasando por una versión sanitaria, hasta una versión higiénica de diseño EHEDG.
Este viscosímetro garantiza la calidad irreprochable de su producto final respetando las exigencias de higiene y cumpliendo así las últimas normas europeas.
Los 50 años de experiencia y el gran historial de sensores duraderos de Sofraser permiten a nuestros clientes de todo el mundo supervisar de cerca y mejorar sus procesos sin preocupaciones.